LA MISA PROGRE
Ana Pastor acaba en 50 minutos con el mito de Pablo Iglesias
La periodista apabulló al flamante líder de Podemos y puso de manifiesto sus enormes carencias.
El
flamante secretario
general de Podemos se sometió anoche al tercer grado de la periodista Ana Pastor y lo confesó
todo. En caso de llegar a la Moncloa confesó que no sabe de dónde va a salir el
dinero para financiar todo lo que promete, que no va a implantar una renta
universal, que no va a hacer una "auditoría ciudadana de la
deuda", que no va expropiar las viviendas a los bancos y que no va a hacer
un referéndum sobre monarquía o república, que son las cosas que venía
afirmando con total tranquilidad hasta que la Pastor lo cogió anoche por banda
y le dijo, "ven pacá y siéntate, que vas a ver lo que le
hago yo a los de la casta como tú, chaval".
La
entrevista de Ana Pastor le
ha quitado a Podemos más votos que si hubieran pillado a Monedero y Errejón en
un banco de Suiza en compañía de cualquiera de los Pujol. Y no porque la
presentadora de La Sexta tenga una especial animadversión hacia el partido de
Iglesias y lo que representa -más bien todo lo contrario-, sino sencillamente
porque se atrevió a hacerle las preguntas que nadie le ha hechohasta
ahora y a enfrentarlo con las cosas que decía cuando aún no iba a ser
presidente de este "país de países", que es como Iglesias
se refiere a España.
Anoche Iglesias se
nos hizo mayor y empezó a comprender que lo de ir por los platós de televisión
acusando a la castuza de robar a las ancianas desvalidas como argumento
electoral sólo funciona por un tiempo limitado. Tarde o temprano llega el
momento de explicar qué es lo que se quiere hacer para que "el país de
países" recupere la dignidad y se corre el riesgo de quedar como
un indocumentado, que es justamente lo que le ocurrió anoche al ayatolá de
Podemos.
Valga
como ejemplo el asunto de la "auditoría
ciudadana de la deuda", un mantra repetido hasta el
aburrimiento por los pablemos, según el cual era fundamental dar a
los ciudadanos la posibilidad de decidir qué parte de la deuda pública hay que
pagar y qué parte no. Pues bien, ahora resulta que la "auditoría
ciudadana", bálsamo que acabaría con casi todos nuestros problemas, va a ser
una auditoría de las de toda la vida, a la que los ciudadanos podrán tener
acceso a través de internet si es que quieren leer el resultado una vez esté
acabada. O sea, que la gente aquí no va a auditar nada, sino los
técnicos nombrados por Iglesias, que son los que saben de estas cosas y los
demás a callar.
La
larga entrevista tuvo momentos gloriosos en los que Ana Pastor le atizó
a Iglesias varias raciones de hemeroteca. Hasta ahora nadie le había puesto
los vídeos en los que se deshace en elogios a Hugo
Chávez, propone a Venezuela como modelo a seguir, pide sacar a los
etarras a la calle o afirma que la mera existencia de
medios de comunicación privados es un ataque a la democracia.
Iglesias no pudo ofrecer ninguna explicación inteligible para justificar esas
ideas en un país europeo en pleno siglo XXI, así que quedó como lo que
realmente es, ni más ni menos, que es el mejor servicio que el periodismo puede
hacer a la democracia.
A
Iglesias anoche lo apabullaron en directo y sólo le faltó huir
del plató en plena entrevista como otra Iglesias, Chabeli, aquella vez que la
llevaron al programa Tómbola en Canal Nou. Con Jesús Cintora
en las mañanas de Cuatro, esto nunca le habría pasado.